jueves, 9 de julio de 2009

Perdido


El verano pasado comencé a ver una serie de la que todos los chicos de Comunicación Audiovisual de los que me fío me habían recomendado. Se llama Perdidos, Lost.

Yo empecé a ver la serie allá por el julio de 2008, en un piso en Madrid. Después de trabajar salía y estaba unas cuatro o cinco horas viendo la serie. Me quedé en el comienzo de la cuarta temporada. Lo vi todo y recuerdo casi todo. Después lo dejé y he retomado mi visión de la serie este julio. Ya he visto todo lo que hay en internet sobre los chicos de vuelo de Oceanic. Incluso cuando aún no había llegado al final me comí algún spoiler por culpa de mi curiosidad y el gráfico que hicieron en La Información sobre todos los personajes principales de la saga. Soy de los que leen la última página de un libro antes de empezar a disfrutarlo. Gracias a eso mis anisas de conocer no me destrozaron la intriga. Porque, al final lo importante no es lo que pasa, sino cómo pasa ( o eso me digo para no fastidiarme las historias).

Pero esta serie no es sólo una historia que ha enganchado a muchos alrededor del mundo. A mi alrededor ha sido utilizada como arma arrojadiza. A veces, cuando Iñigo o Ibon se enfadan conmigo me soltaban un dato de la serie, normalmente falso: "Se muere Sawyer cayendo por un acantilado".

Ahora que ya he visto todo lo que se puede ver (gracias Seriesyonkis) me he dado cuenta de que la serie no me atrae tanto por los personajes, ni por los bonitos escenarios en los que se rueda, lo que más me llama la atención es cómo van a salir los guionistas de todos los atolladeros en los que se han ido metiendo. Algunos los han resuelto más o menos bien. Pero faltan otros (muy grandes) por resolver.

Un día reflexionando pensé que todo podía acabar en el despertar del sueño de alguien, como en Los Serrano, aunque es lo primero que te dicen que no hagas cuando empiezas a aprender a escribir. Además si termina así, los guionistas puedes ser perseguidos, e incluso asesinados, por los miles de fans a los que han tenido en vilo.

Yo espero saciar mi curiosidad y ver un ejercicio de resolución de tramas como jamás se recuerda en la historia. Sólo queda una temporada.


No podía acabar sin poner la parodia de cómo trabajan los guionistas de la serie, aunque muchos la habéis visto, seguro que aún os hace algo de gracia (lo mejor es cuando el perro decide):

1 comentario:

eme dijo...

¿Y los lloros que me eché en el último capítulo de la quinta? Eso... madre mía, no tiene precio. Creo que todos los fans deberíamos asumir que puede que nos decepcione el final. Y qué coño, seguro que cuando llegue no queremos que termine.
Saludicos.