jueves, 2 de febrero de 2012

Kiwi

El kiwi es una palabra rara. Pronúnciala. Kiwi. Kiwi. Tiene K y tiene W dos letras que no se suelen usar en castellano. ¿Una palabra con K? lo que me viene a la cabeza son dos letras seguidas KK. Caca. ¿Y eso? Recuerdo una pintada en una pared en la que ponía "Mili KK", escueta, simple y eficaz, sigue en mi coco. ¿Y con W? Ahí water. Porque antes la veía escrita así. Y con ambas. Con ambas en castellano yo creo que sólo queda kiwi.
Kiwi un animal enano con patitas pequeñas y una fruta peluda y verde chillona por dentro. Dos cosas ridículas. Dalinianas. ¿Quién va a querer un pajarraco que no vuela y que es feo y soso? Todo el mundo quiere a los pingüinos, pero nadie ama a los kiwis. Seguro que a las ONGs les da igual que se extingan. Pero su nombre es gracioso, la verdad. Kiwi.
 Y la fruta. Una fruta con pelo. Con pelo. No es el bello del melocotón. Es barba que pincha. Que duele si te lo rozas con la cara. Una auténtica lija. Pero al comerlo está rico. Y su color es verde. Un bonito verde claro, con unas pepitillas. Me gustan los kiwis (de fruta, los otros me dan un poco igual) y la verdad es que soy incapaz de decirlo tres veces sin sonreir. Kiwi, kiwi, kiwi.



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